Cántico, ya se ha dicho, fue una isla, un hito, una luz, la posibilidad de un fulgor. La importancia y la audacia de sus logros han sido en las últimas tres décadas convenientemente analizadas por distintos expertos y, por separado, cada miembro ha alcanzado reconocimiento (en mayor o menor medida) con iniciativas de distinta naturaleza: publicaciones, homenajes, jornadas. Pero faltaba una gran exposición que conjugara una amplia visión de conjunto con la proyección de las experiencias individuales de sus integrantes y que, al mismo tiempo, sacara a la luz documentos que nunca han sido exhibidos en público. Objetivos que ahora satisfacen la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, el Centro Andaluz de las Letras y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales con una muestra que permanecerá instalada en el Palacio de la Merced entre el 15 de abril y el 16 de mayo.
Comisariada por Rafael Inglada, la exposición intenta exprimir el denso caudal de significados y ramificaciones de lo que empezó siendo un grupo de amigos y hoy es considerado un capítulo esencial de la poesía española del siglo XX. Cántico fue una reunión de poetas y artistas plásticos, una revista y, más allá, una manera de estar en el mundo, una forma de lucha, de protesta o de protección, de reivindicación de la belleza y la libertad creativa. Cartas, libros, cuadros, fotografías y documentos de diversa índole forman parte de una muestra que exhibirá al público un valioso material inédito y que permitirá conocer con mayor cercanía a sus heterogéneos integrantes: Pablo García Baena, Ricardo Molina, Ginés Liébana, Juan Bernier, Mario López, Julio Aumente y Miguel del Moral, más Vicente Núñez, que estuvo tan cerca de ellos.
En este sentido, la exposición, que posteriormente viajará al Palacio Episcopal de Málaga, constituye para el espectador una nueva oportunidad de profundizar en la intimidad de Cántico tras la muestra que el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía dedicaron el pasado año a Pablo García Baena, que recogía numerosos objetos domésticos, algunos de los cuales también serán exhibidos en el Palacio de la Merced.
Pero la exposición aporta algo más: una mirada a los creadores que, sin formar parte del grupo, estuvieron cerca de él: el poeta José de Miguel, los pintores Pedro Bueno y Rafael Álvarez Ortega, el impresor Bernabé Fernández-Canivell... Figuras fundamentales en la trayectoria del grupo, con el que establecieron productivos flujos artísticos, literarios y afectuosos.
La exposición, en suma, ofrecerá a Córdoba una visión novedosa, amplia y por momentos sorprendente de un conjunto de poetas y artistas que desafió a su tiempo y consiguió conquistar el futuro.
enlace a fuente original - marzo 2010